En el post anterior comenzamos a hablar de los instrumentos de renta variable. Dijimos que se trataba de un tipo de inversión en la cual el repago del capital invertido, así como el retorno que podemos obtener, es incierto y no está garantizado.
En esta ocasión hablaremos sobre acciones, el instrumento más común dentro de la renta variable.
¿Qué es una acción?
Cuando una empresa decide abrir su capital y hacerse “pública”, lleva adelante lo que se conoce como “oferta pública inicial” (más conocida como IPO por su sigla en inglés, Initial Public Offering). Por lo general, las empresas en crecimiento toman este camino como forma de obtener capital adicional para continuar expandiéndose. Tras dar este paso, la empresa comienza a cotizar en bolsa, y sus acciones pueden ser compradas por el público en general. Una acción, por tanto, representa la participación en la propiedad de una empresa, y un derecho sobre sus activos y ganancias.
¿Qué quiere decir esto? Que, por ejemplo, al invertir en acciones de Apple (AAPL), te estás convirtiendo en un accionista más de la empresa. Esto te da derecho a compartir los resultados que obtenga, y a participar en las decisiones que toma. ¿Cómo? Mediante los derechos de votación. Dadas las limitaciones geográficas y el gran número de accionistas que una empresa puede llegar a tener, por lo general los tenedores minoritarios delegan su voto en algún tipo de figura que los representa durante las asambleas.
Por el momento nos estaremos refiriendo a las acciones “ordinarias o comunes”, ya que también existen las “acciones preferidas” (que tienen prioridad sobre las ordinarias al pagarse dividendos, y en la distribución de los activos netos de la empresa en caso de una liquidación).
¿Por qué invertir en acciones?
Al comprar acciones, lo que estás haciendo es invertir en los resultados futuros de una empresa. Si tiene éxito, tu inversión seguramente se valorice con el tiempo, pero si va mal, puede perder valor.
Recordá que, si bien se trata de una alternativa más riesgosa producto de la volatilidad del mercado, cuando lo hacés con una perspectiva de largo plazo y de manera diversificada, por lo general tiende a proporcionar buenos rendimientos.
¿Qué retorno tiene invertir en acciones?
Las dos principales fuentes de retorno son el cambio en el precio (o ganancia de capital) y los ingresos por dividendos. Por lo tanto, el rendimiento total de la inversión (RT) se calcula como:
RT = (Precio venta – Precio compra + Dividendos cobrados) / (Precio de compra)
Obviamente, en el caso de las acciones que no pagan dividendos, el rendimiento total consiste únicamente en el cambio de precio. Vale la pena destacar que, aquellos inversores que se enfocan solo en los cambios de precio, están pasando por alto la reinversión de los dividendos, factor clave en la rentabilidad (por aquello del interés compuesto).
¿Cuáles empresas pagan dividendos?
Las empresas que se encuentran en las primeras etapas de su ciclo de vida generalmente no pagan dividendos, porque las ganancias y los flujos de efectivo se reinvierten para financiar el crecimiento de la empresa. Este es el caso de Tesla (TSLA), la compañía de autos eléctricos de Elon Musk.
Por el contrario, las empresas que se encuentran en la fase madura pueden no tener tantas oportunidades de crecimiento rentable. Por ende, a menudo devuelven a sus inversores los flujos de efectivo excedentes mediante el pago de dividendos o la recompra de acciones. Este es el caso de Coca Cola (KO), que paga dividendos cuatro veces al año, en marzo, junio, setiembre y noviembre.
Algo a tener en cuenta es que el cobro de dividendos está gravado con un 30% de impuestos, mientras que las ganancias de capital producto de los cambios de precio no lo están.